Independiente a lo largo de su historia ha logrado triunfos muy importantes que lo llevaron a conquistar títulos que perdurarán por siempre en la historia. Hace 45 años, un 6 de junio de 1975, protagonizó uno que están en rubro de las grandes hazañas del fútbol mundial. En la noche fría de la Doble Visera de Cemento, el Rojo debía ganarle a Cruzeiro por tres goles de diferencia o por cuatro si los brasileños convertían para llegar a su cuarta final seguida en la Copa Libertadores. Y lo logró…

En esa edición, el Rojo no tuvo muchos cambios del equipo titular aunque Pipo Ferreiro dejó de ser el técnico para dejar su lugar a Pedro Dellacha, quien había sido el DT en la Copa del 72. José Alberto Pérez llegó para ocupar el arco desde River y Miguel Angel Raimondo pasó a los de Núñez. También llegó Percy Rojas, proveniente del Universitario de Perú.

Integró el grupo de semifinales contra Rosario Central y Cruzeiro. Arrancó perdiendo en condición de visitante los dos partidos 2-0 y las esperanzas de seguir reinando en América eran casi nulas. Los brasileños vencieron por el mismo a los Canallas en el Minerao. En la revancha contra los rosarinos, el Rojo salió con todo buscando ganar y meter la mayor cantidad de goles posible. Fue una gran actuación que tuvo a Ricardo Bochini con todas las luces y el 2-0 quedó corto a pesar del un tanto del Bocha y otro en contra de Pascuttini.

Todo se definiría en los dos encuentros que Cruzeiro en Argentina, primero en Rosario y luego en Avellaneda. A los de Belo Horizonte le alcanzaba con un empate para ser finalistas. Central hizo un parte del trabajo y triunfo 3-1, pero quedó eliminado y le dejó la chance al CAI. Claro, pero con la salvedad de que al haber convertido de visita, al Rey de Copas no le alcanzaba con ganar por dos goles.

Así se presentó el viernes 6 de junio de 1975, con estadio colmado y con el calor copero que Independiente siempre le pone a la su amada Libertadores. No era un equipo cualquiera Cruzeiro, que al año siguiente se alzó con el trofeo al vencer a River en Chile. Tenía a varios integrantes de la selección brasileña como Nelinho, Paulinha, Batata, Joaozinho, Raúl, Vanderlei, entre otros. Con la ansiedad y la responsabilidad de vencer por 3-0, los azules salieron con la tranquilidad de tener semejante ventaja. Nelinho, quien en la ida metió los dos tantos, reventó el travesaño de Perico Pérez con unos de sus remates de potencia. Con el correr de los minutos los nuestros se hicieron dueños del remate y de penal, Pavoni puso el 1-0 con el que terminó la primera etapa. Salió con todo el Rojo en el complemento y la cancha se inclinó hacia el arco de las vías. El 2-0 llegó de la forma menos prevista con un gol olímpico de Bertoni pasaditos de los 20 minutos. La hazaña estaba más cerca y la defensa del Cruzeiro ya no resistía. Sólo Raúl, el arquero, lo mantenía clasificando. Hasta que Ruiz Moreno, después de una serie de rebotes, puso el 3-0 de cabeza. Delirio total y a pesar de que al reloj le faltaba dar un poco menos de 15 vueltas, la sensación era que no había ninguna posibilidad de reacción de los visitantes.

Y así fue. Se concretó lo que ningún externo al mundo Independiente creía posible. Pero ese plantel tenía siempre algo más para dar y nunca se daba por vencido. No por nada a los 23 días estaba levantando la cuarta Libertadores al hilo y la sexta del club frente a Unión Española en Asunción.

A lo largo de su rica historia, el Rey de Copas tiene innumerables victorias y logros a nivel nacional e internacional que lo hicieron gigante. Esto 3-0 con Cruzeiro, si bien no fue un título, está entre las más grandes hazañas logradas para engrosar la leyenda llamada Club Atlético Independiente.

LA FORMACION DEL CAI EN LA NOCHE GLORIOSA

J. Pérez; Commisso, Sá, Semenewicz, Pavoni; Percy Rojas, Galván, Bochini; Balbuena, Ruiz Moreno y Bertoni. DT P. Dellacha

Goldes: PT 35’ Pavoni -p- (I). ST 21’ Bertoni (I) y 34’ Ruiz Moreno (I).

Cambios: ST 40’ Giribet X Ruiz Moreno (I).

Arbitro: C. Robles (Chile).

Cancha: Doble Visera de Cemento.