Al pesar de cumplirse 40 años de la obtención de su última y amada Copa Libertadores, Independiente sigue siendo el máximo ganador del torneo más importante que se juega en nuestro continente con siete conquistas. Aquella noche del viernes 27 de julio el equipo de José Omar Pastoriza cerró la serie con Gremio luego de que tres días antes, en Brasil, ganara 1-0. Claro, pero no era el resultado logrado en el Olímpico de Porto Alegre lo más valioso. Se hablaba de la actuación. Fue una exhibición frente al que era el campeón del mundo reinante, que tenía a Renato, hoy el DT del Tricolor, como bandera. Con jugadores como el uruguayo De León, Paulo César, Tarciso, Joao Marcos. Fue tal el baile en el partido de ida, que el enviado especial de El Gráfico, el recordado Eduardo Rafael, tituló “El Partido Perfecto” ¡Tremendo!

Aquel equipo, con Bochini manejando los hilos era una selección. Jugaban y representaban un fútbol fiel a la historia de Independiente. Ni más ni menos. Goyén; Clausen, Villaverde, Trossero, Carlos Enrique; Giusti, Marangoni; Bochini, Burruchaga; Bufarini y Barberón era el equipo base. Más el aporte de varios chicos del club como Monzón, Percudani, Guillermo Ríos, Enrique Sánchez, Gerardo Reinoso, Clara y Moriconi. Más los experimentados Houseman y Zimmermann.

No fue una Copa fácil. Al contrario. Si uno repasa los rivales a los que enfrentó en cada instancia podemos ver que enfrentó a varios campeones de la CL y con mucha mística copera. Estudiantes de La Plata, Olimpia (Paraguay), Nacional (Uruguay) y en la final a Gremio, que era el ganador de la edición 1983 y venía de eliminar con un 5-1 al Flamengo de Fillol, Júnior y Bebeto, entre otros. Eran rivales de fuste y de muy buena actualidad. El Rojo les ganó a todos, dejando un sello que hoy se recuerda. Hizo partidos memorables como contra el Pincha con dos golazos de Bocha sobre el arco de La Visera. Frente a Olimpia, al ganar sobre la hora con gol de Sergio Bufarini tras la corrida de Barberón, luego de un pase mágico del 10. O cuando venció a Nacional entre la lluvia, el barro y el viento.

Burruchaga fue el goleador con seis tantos y los metió en todas las instancias. Cuando sus compañeros más lo necesitaban aparecía con el 7 en la espalda para vulnerar los arcos rivales. Era un conjunto armonioso diseñado por el Pato, acompañado por Adorno y Cirrincione, más la preparación física de Carlos Kenny. El Tuerto y Cirri debieron hacerse cargo del equipo frente a UC de Chile cuando a Pastoriza el corazón le dio un susto. Respondieron con un empate que a la postre sirvió para llegar a la final. Todos estaban concientizados en llegar a la séptima Copa Libertadores. Que llegó en esa noche fría de invierno de 1984 con un estadio a pleno que gritó campeón con un conjunto que fue de los mejores de la historia. Siete finales jugadas y siete ganadas. Un par de meses después dio la vuelta olímpica frente al Liverpool en Japón alzando la Intercontinental, su título número12 a nivel internacional. Sí, Rey de Copas por siempre…

Fase de grupos

Fecha Rival Resultado Condición

29/02 Estudiantes 1-1 Visitante

13/03 S. Luqueño 1-0 Viistante

16/03 Olimpia 0-1 Visitante

30/03 S. Luqueño 2-0 Local

13/04 Estudiantes 4-1 Local

24/04 Olimpia 3-2 Local

Semifinales

31/05 Nacional U 1-1 Visitante

07/06 U. Católica C 0-0 Visitante

26/06 U. Católica C 2-1 Local

04/07 Nacional 1-0 Local

Finales

24/07 Gremio 1-0 Visitante

27/07 Gremio 0-0 Local

EL PLANTEL

Arqueros

Goyén y Moriconi

Defensores

Clausen, C. Enrique, Monzón, G. Ríos, Trossero, Villaverde y Zimmermann

Volantes

Bochini, Burruchaga, Giusti, Marangoni, Merlini y Reinoso

Delanteros

Barberón, S. Bufarini, Clara, Houseman, Percudani y E. Sánchez