Eduardo Domínguez afrontaba su segundo encuentro en el banco de Independiente con varias bajas -algunas de piezas claves como la de Mingo Blanco por lesión- y muchas otras por casos de COVID-19.

Así fue como formó el flamante DT del Rey de Copas: Bacchia, Asis, Laso, Insaurralde y Ortega; Lucas González, Lucas Romero y Gastón Togni; Alan Soñora, Andres Roa y Alan Velasco. En el complemento ingresaron Carlos Benavídez, Rodrigo Márquez, Juan Zarza y Tomás Pozzo.

El partido se presentó bastante parejo desde su inicio, con un Talleres que buscaba acomodarse al cambio de cuerpo técnico y también en el plantel como cada inicio de temporada. Por el lado de Independiente, las normales imprecisiones con la pelota de todas las pretemporadas pero con la idea intacta de ser protagonistas, recuperar el balón en campo rival y salir rápidamente con varios jugadores en posición de ataque.

A pesar de las intenciones, fue La T quien golpeó primero, a los 43 minutos y a través de una buena contra culminada por Matías Esquivel, con un tiro inalcanzable para el uruguayo Bacchia.

Apenas tres minutos después, ya en tiempo de descuento, una recuperación con habilitación incluida de Velasco le dieron la posibilidad a Andrés Roa de poner la igualdad antes del descanso.

En el complemento arrancó mejor Talleres, pero rápidamente se acomodó Independiente y empezó a plasmar la superioridad en goles: Alan Velasco en dos ocasiones -ambas con recuperaciones en el último tercio del campo y con exquisitas definiciones- sentenció el resultado final: 3 a 1 y que quizá pudo ser más.

Luego del traspié ante San Lorenzo en la primera fecha, ahora el Rojo se mantiene con vida en el torneo amistoso a la espera del próximo resultado del Ciclón.

Aún así, lo más importante es aceitar el funcionamiento y afianzar la idea del Director Técnico de cara a las competiciones oficiales que arrancan en menos de un mes ¡Dale Rey de Copas!