Ahí está Nicolás Tagliafico levantando la Copa. El vendaje que cubre la cabeza del capitán hace más épica la conquista. El imponente Maracaná es testigo de una nueva consagración de Independiente, en el mismo lugar y otra vez contra Flamengo como en la Supercopa 1995. Es el 17° título del club a nivel internacional. El Rojo de Avellaneda vuelve a estar de pie llevándose la Sudamericana por segunda vez. Su gente delira en la tribuna alabando a Ariel Holan, el padre de la criatura e hincha furioso como cualquiera de nosotros. Ya pasó un año y parece que fue ayer. Otra hazaña para que la leyenda de El Único Rey siga escribiéndose en letras de oro.

Esa Copa Sudamericana el Rojo la ganó con su estilo histórico. Con mucho fútbol y pierna templada. Fue de menor a mayor. Superó en el mano a mano a todas la series en forma merecida. No dejó dudas en ningún momento y en la adversidad sacó ese plus necesario para dar vuelta la cosa. Así fue pasando a Alianza Lima, Deportes Iquique, Atlético Tucumán, Nacional (Paraguay), Libertad y Flamengo. Les ganó a todos. No necesitó alargues o penales para pasar de ronda. Tres de los seis cruces los definió de visitante: Perú, Chile y Brasil. Sólo el Decano tucumano y el Guaramelo paraguayo pudieron vencerlo. Fue por 1-0 en ambos casos, pero luego en el Libertadores de América en dos choques dramáticos, los nuestros sacaron dos de diferencia y salieron airosos.

La segunda epopeya a los pies del Cristo Redentor de Río de Janeiro no fue fácil. Flamengo se había preparado para ganar la Copa Libertadores. Su tercer lugar en su grupo lo depositó en la Sudamericana. Llegó a partido definitorio con bastante comodidad y el destino lo volvió a poner frente a Independiente como 22 años atrás. Hasta las fechas se ligaban. Porque un 6 de diciembre de 1995, el Rojo dio la vuelta con el Zurdo López como DT. Y un 6 de diciembre de 2017 se jugó el partido de ida en Avellaneda. El Fla sacó ventaja al inicio, pero Gigliotti puso la parda luego en una gran jugada colectiva. El estadio era un caldera y Meza de volea puso el 2-1 para transformarlo en infierno encantador. Muchos dijeron que la diferencia no fue holgada, pero internamente sabíamos que para para ganarle a ese equipo había que jugar y poner demasiado. Y así fue. A pesar de que el Mengao cerca de los 30’ del PT se puso en ventaja, nadie perdió la calma. Independiente siguió jugando su fútbol y empató por un penal de Barco, para darle un golpazo a todos los cariocas presentes. La tónica no cambió. El Diablo, amo y señor del partido, y más cerca de la victoria. Los muchachos, vestidos de blanco para esa ocasión, hicieron callar a los torcedores que en la previa hicieron todo tipo de agresiones en el hotel y en el trayecto a la cancha. Pero no pudieron amedrentar a un plantel con las convicciones a tope.

Así llegó el momento de la justa consagración para un equipo que nos dejó bien representados y del que hoy todos hablan. A un año de la vuelta olímpica que nos volvió a posicionar en el mundo entero, las gracias eternas por haber dejado a Independiente en lo más alto. Salud, a El Único Rey. Felicidades, campeones.

PARTIDO A PARTIDO

Fase    Rivales       Resultados

32avos. Alianza Lima 0-0 y 1-0

16avos. D. Iquique     4-2 y 2-1

8avos. A. Tucumán     0-1 y 2-0

4atos. Nacional (P)    4-1 y 2-0

Semi Libertad               0-2 y 3-1

Final Flamengo           2-1 y 1-1

EL PLANTEL

Arqueros:

Campaña, Albil y Rehak.

Defensores:

Bustos, Franco, Amorebieta, Tagliafico, Juan Sánchez Miño, Gastón Silva, Figal, Asís, Rodrigo Moreira, Toledo y Breitenbruch.

Volantes:

Meza, Diego Rodríguez, Domingo, Rigoni, Erviti, Domínguez, Domingo Blanco, Togni, Juan Manuel Martínez, Leonel Alvarez y Vitale.

Delanteros:

Barco, Gigliotti, Martín Benítez, Leandro Fernández y Albertengo.