Por Gustavo Berlingieri

Desde el mismo inicio y con un planteo 4-3-3 fue mucho más que su oponente, porque manejó el mediocampo con la distribución entre Loyola, Marcone y Millán. Porque fue agresivo con Montiel bien por izquierda, Avalos en el centro y Tarzia por derecha. Por que Vera y Sporle se sumaban como carrileros, y además Lomónaco y Valdez defendían muy arriba. El arquero Rey, era un espectador privilegiado.

Y de entrada llegaron las situaciones. Primero, salida entre Valdez y Marcone, apertura para Avalos y el zurdazo se fue apenas desviado. Luego jugada por izquierda, control de Montiel, cambio para Tarzia y su centro derivó en la mano de Vigo. Un claro penal omitido por el árbitro Sebastián Martínez pero que el VAR corrigió a instancias de Andrés Merlos. Avalos se encargó de la ejecución y su violento remate se estrelló en la base inferior del travesaño y terminó en gol.

La presión de Tarzia complicó a la defensa y tuvo otra chance que salvó Orihuela. La variedad en ataque se observó en una jugada preparada de lateral que finalizó con un remate desviado de Marcone. Y una vez más Tarzia se encontró solo, frente al arco e increíblemente pifió el remate en el mismísimo punto del penal.

El resultado del partido no iba de la mano con el desarrollo e Independiente sintió la salida de Montiel. Cabral tardó en acomodarse y recién en el tiempo de descuento quien si no Tarzia lo tuvo ante Acosta, y luego salvo Insaurralde casi en la línea. El rebote le vino a Millán, y nuevamente la ineficacia envolvió a los jugadores del Rojo.

En el complemento, Vaccari intensificó la orden de atacar y el marcador por fin volvió a moverse. Una notable jugada que arrancó por el lateral izquierdo tuvo sucesivos pases entre Loyola y Millán. Apareció Vera para acelerar y profundizar con un taco preciso. Millán llegó al fondo e hizo una pausa genial. Lo esperó a Loyola. El chileno más que tirar el centro, le sirvió en bandeja la pelota a Avalos. El paraguayo sacó un cabezazo goleador, y el balón tras pegar nuevamente en la base inferior del travesaño ingresó al arco.

Lentamente Cabral se hizo eje de las acciones, manejó el ataque y asistió a Avalos. El remate dio en la base del palo tras una estirada fenomenal de Acosta. Y el tándem Loyola-Millán volvió a traccionar y el turno fue de Vera, pero el desenlace igual, muy cerca del palo, pero afuera.

Y cuando más dominaba Independiente, y más piernas evitaban el tercero, mientras Acosta se revolcaba desde el piso para impedir un tanto de Tarzia, llegó un centro aislado al área de Rey que Valdez despejó, pero en la misma jugada el arquero salió con mucho ímpetu y chocó con Frías y el árbitro sancionó la pena máxima. La jugada no tuvo la gravedad de Neuer a Higuaín en el Mundial 2014. Sin embargo el castigo fue diferente. A Magnín no le importó, Sarmiento descontó y se animó con Suhr y casi empata con un cabezazo.

Vaccari frenó los cambios e Independiente entendió que la mejor manera de conservar la victoria no era defender sino continuar atacando. Otro jugadón entre Loyola, Millán y Vera derivó en un centro que no pudo concretar Tarzia.

Y cuando volvió a poner gente en ataque, el arco visitante entró en zozobras. Llegaron los cambios para refrescar el ataque y Angulo y Galdames tuvieron su bautismo. El colombiano fue muy incisivo por izquierda, no se anímó en un ataque y buscó asegurar el pase. Las jugadas terminaban en corners generalmente porque Independiente no pudo amigarse con la eficacia para resolver las tantísimas opciones que generó.

Los jugadores se retiraron ovacionados por el digno espectáculo que ofrecieron más allá de la temperatura. En la víspera de un día especial para la historia del Club (el cumple 71 del Bocha y el aniversario número 47 de la megagesta ante Talleres en Córdoba), el Rojo jugó un partido que da para la ilusión, bien de la génesis del club y con un detalle apenas a corregir: la eficacia. Este equipo merecía convertir otros goles para que el hincha se vaya más feliz y retribuya con aplausos una actuación para recordar.

Gabriel Avalos convirtió por primera vez un doblete con la camiseta del Diablo. Lleva 12 dianas en 46 partidos. De ellos 5 tantos fueron de cabeza, 3 de penal y los otros 4 de jugada. Fue su primer doblete en el Rojo.

Más allá del mercado de pases, Vaccari mantuvo la línea de su equipo tradicional, y Cabral, Galdames y Angulo, si bien tuvieron su bautismo, lo hicieron desde la banca de los suplentes. En el caso de Valdez, fue el único titular que debutó.

El arquero Rodrigo Rey sigue incrementando su record y nos obliga a revisar los libros. Lleva 90 partidos consecutivos atajando en Independiente. Es decir, los últimos 8100 minutos de la vida del Diablo estuvo respaldado por el guardameta. Apenas recibió 73 goles en contra.

Un dato importante a tener en cuenta es que el Rojo acumula 26 meses y 51 partidos sin perder luego que se pone 1-0 en el marcador. La última vez que sucedió esto fue con Gimnasia (1-3, el 03/09/2022, Rey atajaba para el Tripero). De modo tal que durante la gestión de Stillitano, Zielinski, Tévez y Vaccari más los interinatos de Monzón y Tocalli, el Rojo nunca perdió un partido tras anotar el tanto de apertura en cada juego.

El LDA-REB se convirtió en un sitio inexpugnable. Ya son 14 los partidos invictos. En toda la historia hay 22 rachas mejores. La mejor sucedió entre 1934 y 1936 con 34 juegos sin derrotas en aquel moderno estadio que lucía Independiente. Ahora el Rojo niveló la marca de 2015 cuando estuvo por última vez con 14 partidos sin derrotas en Avellaneda. El próximo objetivo ante Gimnasia será igualar el último registro de 15 partidos invictos que data de 1969.

Finalmente Julio Vaccari al cabo de 25 partidos logró 10 victorias, 10 empates y 5 derrotas. Siempre vale aclarar una división en esta gestión. Hubo 4 partidos (2 empates y 2 derrotas) que Independiente no pudo utilizar a sus refuerzos, a la postre jugadores titulares.