Juan Sánchez Miño fue el encargado de abrir las charlas de los jugadores del conjunto que dirige Lucas Pusineri con los chicos de las Inferiores. La Novena División que dirige Luciano Bellera bajo la Coordinación General de Fernando Berón, mantuvieron un ida y vuelta con el polifuncional zurdo que en un par de meses cumplirá cuatro años con nuestra institución. Los chicos escucharon con atención y preguntaron con soltura demostrando las ganas de escuchar y aprender de un futbolista consagrado.

-¿Cómo se maneja un grupo de profesionales?

“Cada uno tiene que entender que en el juego de equipo uno ocupa un lugar y un espacio muy importante dentro de un grupo. A veces uno quedándose callado aporta muchísimo o diciéndole a un compañero que no está haciendo la cosas bien. Hay que saber recibir eso ya que un proceso que deberán transitar y disfrutarlo lleguen o no a Primera. Puede ser en Independiente o en otro equipo. Tengo compañeros acá que han empezado en clubes muy chicos y llegaron a un grande.

-¿Cómo era Sánchez Miño de chico?

-Mi papá fue mi primer técnico justo estaba hablando con él que iba a tener una charla con ustedes. Y me dijo ‘deciles que te hubiese gustado que te digan a vos cuando estabas en Novena División…’. Tengo que decir la verdad, y es que a mí me costaba escuchar… Pero si podría volver el tiempo atrás escucharía mucho más lo que me dijeron. Ustedes están en Independiente, un club altamente competitivo. Todos quieren estar acá… entonces hay pibes que están esperando venir a probarse y después jugar en este club tan grande. Por eso siempre la competencia, que debe ser sana, siempre va a estar. Es una regla y no ha maldad.  Esto es para el fútbol, el colegio y la vida. Hay prepararse para cuando te toque una posibilidad o rendir en una prueba. Estar listo. Si yo no veo en el entrenamiento o en mi casa lo que me va a pasar en el partido estoy dejando pasar una oportunidad. Por eso cuando mejor preparados estén las cosas las podrán resolver mejor.

-¿Los cambios de Inferiores a Primera?

-Siempre hay que aprender. Yo a los 30 años sigo aprendiendo. Cuando estuvo Fernando Berón a cargo del equipo también aprovechamos sus enseñanzas. Por supuesto que es un golpe pasar de jugar en Reserva o en alguna división con los profesionales. Es un proceso del que ustedes deben ir aprendiendo. Algunos se adaptaron rápido, como Barco por ejemplo, y otros se van afirmando con el tiempo. Adentro de la cancha vas aprendiendo todo. Y por más que juegues mal, aprendés. Vas a estar triste, te vas a sentir mal, pero ya sabés los errores que cometiste y debe servirte para el próximo partido buscando la solución. Deben apoyarse entre ustedes. Lo que nos pasa nosotros ahora es lo mismo que en Inferiores, la diferencia es que nosotros tenemos más responsabilidades y exposición. Nadie quiere perder un partido.

-¿En qué posiciones jugabas en Infantiles y Juveniles?

-Siempre jugué por izquierda. En Infantiles como volante. Después en Inferiores me pidieron que mejorara la marca y fui central, 6 digamos. En Sexta y Sexta pasé al lateral. En Cuarta fui doble cinco… Jugué en muchos puestos y hoy lo agradezco porque cuando el técnico arma el 11 y el banco tiene un jugador que le puede solucionar y dar alternativas. Cuando a mí Ramón Maddoni me dijo de jugar de central, le dijo que no. Que no quería ser defensor. Pero hoy le estoy agradecido. Por eso escuchen y aprendan cuando los técnicos le dicen y le explican las cosas porque es para su bien. Por supuesto que debés tener una posición que te identifique y dónde estás más cómodo.

-¿Dónde empezaste tu carrera y cómo llegaste a Independiente?

-En Boca. Jugaba en el baby y luego pasé a Inferiores. Pero para que me dejen jugar, mi viejo y mi vieja me obligaban a que ande bien en el colegio. Fue duro pero me sirvió. Sabía que si me llevaba una materia me quedaba sin jugar y, además, se me achicaban las vacaciones. Llegué a Independiente de Cruzeiro de Brasil tras un llamado de Gabriel Milito. La verdad que a Gaby lo considero un padre futbolístico. Me cambió la cabeza en todo sentido de cómo sentir con pasión este deporte. Desde la exigencia en lo profesional. Para mí tenerlo a él como director técnico fue un antes y después. Debés darle valores para que el fútbol te lo devuelva siempre. Adentro y afuera de la cancha. Con tus compañeros, con el entrenador… La verdad que fue una buena elección llegar al Rey de Copas. Gracias a Dios le hice caso y salí campeón. Hoy Independiente tiene gran parte de mi corazón conquistado. Y esto que yo le queda transmitir mis experiencias me acerca más al club. Feliz de estar y gracias por escucharme.

En los próximos días seguirán otros jugadores con otras divisiones aprovechando este parate por el COVID-19 que mantiene todas las actividades suspendidas. Buena predisposición y gran idea para ir formando el sentido de pertenencia que necesita un gigante mundial como Independiente para seguir entre los top.