Independiente, con un equipo muy alternativo, le ganó a Racing Club en su cancha (NdeR: no había perdido en el año en 16 juegos contando torneo local y Sudamericana) y sigue prendido en el lote de los de arriba. Desde Rehak en el arco, en su segundo partido oficial, pasando por el debut de Asís y con el capitán Tagliafico como único titular, el Rojo se llevó un triunfo que se basó en el aguante. Si bien el local fue y fue, lo cierto es que nunca tuvo claridad. El hermoso gol de un recuperado Leandro Fernández alteró a los de Cocca que no tuvieron vuelo para vulnerar a la defensa roja. Claro, es que la injusta expulsión de Moreira cuando Delfino cobró una falta inexistente sobre Lautaro Martínez y además le sacó la segunda amarilla, hizo que el CAI tuviera que replegarse y jugar sin la tenencia de pelota que pregona su DT.

A pesar de todo, jamás Independiente perdió el orden. Nunca se dejó a avasallar por los vecinos. que ni con el ingreso de Lisandro López pudieron llegar al empate. Ojo, estuvieron cerca en un par de ocasiones y hasta el palo izquierdo de Rehak jugó para el CAI. Con todos los cambios obligados (Breitenbruch por Erviti para rearmar la defensa, el Torito por un acalambrado Asís y Albil quien volvió a atajar en el club luego de 13 años por el lesionado Rehak) se llegó al final con algún que otro sobresalto. Pero la entrega de todos fue conmovedora como nos tienen acostumbrados estos muchachos. Con Jonás Gutiérrez que jamás se da por vencido,  Amorebieta que deja todo en cada jugada y cada vez juega mejor, Nico Domingo quitando y jugando, Albertengo y el Burrito Martínez metiendo como nunca, fue el combo perfecto para  volver a ganar en esa reducto luego de dos años. La brecha en el derby se amplió a 24, la máxima de la historia.

Ahora viene lo más importante, Independiente. Eso es Libertad por la Sudamericana. A dar vuelta el 0-1 con todas las ganas. Estamos con ustedes: ¡Compromiso, Actitud, Intensidad!