Fernández abrió: “Hace diez meses que me lesioné, ahora estoy bien, pero uno recuerda a todos los que estuvieron durante mi recuperación, ya que fueron muy importantes para: mi señora, mi hijo que recién había nacido, y después mis compañeros y toda la gente de Independiente, que me trató muy bien y me hizo sentir el apoyo”.

“El día a día fue eterno porque había muchos partidos y uno siempre quiere jugar. De hecho, cuando me rompí los meniscos (todavía en recuperación de una lesión ligamentaria), fue por la ansiedad que yo tenía algo, que es difícil de manejar. En una etapa en la que estás superando una lesión hay días que estás bien y otros en los que aparecen dolores y te ponés fastidioso, porque no podés hacer lo que querés, es difícil pero ya pasó”, explicó Leandro, al que se lo observaba muy fuerte mentalmente y con la convicción de que puede aportar mucho con su juego al ataque del Rojo.

Por último, el atacante cerró: “Estoy muy agradecido a la gente del Rojo, que desde un primer momento me ayudó muchísimo, el cariño en la calle o cuando uno va a comer estuvo siempre. Ahora en estas 4 finales que quedan, el objetivo es el de clasificar a la Libertadores. Mi deseo es devolverle a los hinchas en la cancha todo lo que me brindaron durante este tiempo”.